El Publicista que publica

lunes, mayo 08, 2006

La mejor conversación.



Ayer descansando en la arena,
Su voz de gaviota me despertó.
Con su ola dijo mi nombre y me incorporó.
Precipitando los vientos en dos sentidos me repitió
-Observa mi cuerpo naranja,
y respira la voz de tus hermanos-.
Ahí solo pude decir.
Gracias Dios.